miércoles, 9 de febrero de 2011

Lápiz-tuitaria

Me gusta estrenar un cacao, me gusta conservar el botecito cuando lo acabo, me gusta el olor que tiene cuando le da el sol. Me gusta escribir con lápiz más que con ningún bolígrafo. Los lápices requieren más atenciones pero su mina dura más que la tinta de los bolis. Recién afilado es muy delicado y hace un trazo esbelto, según lo vas usando la punta se va redondeando y, el trazo, se hacer más grueso y, entonces, viene lo mejor: sacarle punta. El olorcillo que desprende la madera es embriagador. Sin olvidar, por supuesto, que con el lápiz siempre puedes rectificar. Vamos que el lápiz es el mejor invento del mundo, después del lavavajillas y la thermomix, claro.


El olfato es un sentido fascinante.  Es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Y yo siempre me he preguntado cómo un olor nos puede hacer sentir y recordar tantas cosas. Y, por suerte para vosotros, que sé que no ibais a dormir tranquilos, ya tengo la respuesta. Al parecer en una parte de este proceso la información llega al sistema límbico y al hipotálamo que son regiones responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos y es donde también se almacenan los contenidos de la memoria y se regula la liberación de hormonas.


¿Tendrá  alguna explicación científica el hecho de que lleve no sé cuántos años usando la misma colonia? No lo sé. Lo que sí tiene nombre es el hecho de que lleve todos estos años guardando los frascos: síndrome de Diógenes. Que, por cierto, pobre hombre, si levantara la cabeza y viera para lo que utilizamos su nombre se removería dentro de su barril.


Ah, y también he encontrado el motivo por el que algunas personas no se dan cuenta de que deberían pasar más a menudo por la ducha. Al parecer "las células olfatorias llegan a fatigarse: tras un largo periodo percibiendo una misma sustancia, dejan de emitir impulsos nerviosos respecto a ella, pero siguen detectando todos los demás olores."

2 comentarios:

  1. Hell yeah! Yo también utilizo esa colonia y ninguna otra. Que cada año está más cara y sin embargo sigue albergando la misma cantidad de m*...... pero ese olor, "ese" olor ya no lo sueltas.

    Y también guardo los botecillos, pero lo mío va a ser pura pereza, jé.

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  2. Me alegra saber que la utiliza más gente. Uno de mis mayores miedos es que la dejen de hacer. Por eso siempre la compro de dos en dos!

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