miércoles, 21 de diciembre de 2011

El matrimonio y sus similitudes

"Anatoli, en cambio, era mi mejor amigo. El mejor de los compañeros. Habíamos empezado una nueva relación como compañeros de escalada y nos parecía natural emparejarnos en nuestras expediciones y en la preparación de nuestros proyectos futuros. Cuando pienso en la fuerza que nos unía, me sorprende que sólo nos conociésemos desde hacía 14 meses. Las cosas en común, la similitud de ideas y la relación que teníamos eran más bien las que se tienen entre dos hermanos o amigos de la infancia."
Estrellas en el Annapurna de Simone Moro

Un matrimonio a la izquierda y dos pedazo de hombres a la derecha, Simone Moro y Anatoli Bukreev.

Hoy por la mañana hice la maleta a todo correr, cargué con ella a cuestas y emprendí mi camino habitual a clase. ¡Vaya cuestas! Estos tres meses de clase han acabado con un examen de fonología que me va a provocar pesadillas durante todas las fnacaciones. Lo sé, sé que voy a tener a Trubetzkoy, Lapesa, Mosterín y Martínez Celdrán hasta en la sopa. Y como lo sabía me cogí de casa la semana pasada, la del puente, el libro de Simone Moro, mi primera lectura por placer de estos meses. Lo devoré en el tren, después de haberme comido un hornazo charro de jamón y queso (el primero desde mi llegada, eh). El otro día oí que los buenos cocineros no pueden cocinar con el estómago vacío porque todo les sabría a gloria. Así que si con el estómago lleno, las palabras de Simone fueron mejores que cualquier plato gourmet, puedo asegurar que la lectura no decepcionaría ni a Ratatouille. Me he reservado el último mordisco para esta noche. De vuelta en Madrid, en esta cama que tanto echo de menos en Salamanca, remataré la lectura y seguro que me quedo con ganas de más. 

Para que no suene todo tan idílico me he cogido el segundo resfriado de la temporada y como el examen fue un desastre y salí en cuarenta minutos, estuve dos horas esperando en la estación, ¡menos mal que hacía sol! Y menos mal que los otros dos exámenes que he hecho los he aprobado.  El viaje en tren fue más tranquilo de lo habitual, casi todo el mundo durmiendo. Sólo se escuchaba la conversación de un matrimonio de unos setenta años. Iban metiéndose con toda la familia, probablemente con la que estaban a punto de reunirse. Algunos de los comentarios que hacían tenían gracia. Se bajaban en la misma parada que yo y cuando me miraron al levantarme, sus miradas despertaron tanto interés en mí que no pude evitar seguir con la oreja pegada.

Él: Mira, mira, hay que levantarse ya.
Ella: No, no, cuando lo anuncien que da tiempo de sobra.
Él: Ya, ya lo sé, si no he dicho nada.
(Mientras yo cogía la maleta)
Él: Habría que ir levantándose.
Ella: Que no hombre, que no, que cuando lo anuncien da tiempo de sobra.
Él: Que ya, que ya lo sé.
Ella: ¿No quieres aprovechar para hacer pis?
Él: No, no, cuando lleguemos. No tengo ganas todavía.
(Suena la megafonía infernal: "Señores viajeros tren con destino Madrid Chamartín, próxima parada..." Se levantan y se ponen a mi lado en la puerta que, casualmente, está al lado de la puerta del baño.)
Él (mirando el cartelito de WC como un niño pequeño): Voy a hacer pis un momento.
Ella: Ni hablar, que va a parar ya, hombre, Jesús, que siempre haces lo mismo.
Él: Que no me aguanto, no tardo nada, ya verás.
(Como no es el final del trayecto el tren para sólo unos minutos y continúa su trayecto. Ya he visto a más de uno con poco salero que se iba a bajar en Ávila y acabó en Peñaranda de Bracamonte.)
Ella (mientras él estaba en el baño): Hay que joderse. -Seguro que mi buena amiga le diría a Simone algo así como "¿Hermanos? ¿Amigos de la infancia? Sí, sí, tú estate casado con alguien durante 46 años y verás la similitud de ideas por donde te la pasas"-.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Por allí resopla!









En esta ciudad hay una calle que popularmente se conoce como la calle de los tres coños, no sé cuál será su nombre oficial. Pero es totalmente cierto que cuando pasas por ella en esta época del año no puedes evitar decir coño qué frío, coño qué alto, coño qué bonito. Tengo que pasar por ella dos veces al día, cuatro los jueves. Es una calle muy estrecha que bordea la catedral y que está en cuesta. Se forman unas corrientes de aire que ya las quisiera para sí el Capitán Ahab. Así que ver paraguas volando sin dueño es de lo más habitual. Cuando le pasa a uno, no tiene ninguna gracia, pero ver a los afortunados dueños que no lo han perdido todavía, arrebatado por las tempestades de los tres coños, luchando para ponerlos del derecho, aferrándose a ellos como si fueran un tesoro, además de ser divertidísimo, siempre me trae el recuerdo de la escena de Mary Poppins en la que el Señor Banks pierde los papeles y recobra la cordura en aquel despacho del banco. Mucho me temo que esta misma calle con las nevadas y sus consecuentes heladas invernales ha sido el lugar donde se rodaban las caídas de videos de primera. Menos mal que el programa desapareció y que yo tengo ya una mínima experiencia en lo que a crampones respecta –ya falta poco para sacaros del armario, lo prometo-. Otro día os hablo de los chochos charros, por hoy vais servidos de “genitalidades”.

Mención especial a una compañera bloguera que me ha descubierto una página para hacer cosas como las de la foto. ¡Gracias!

domingo, 20 de noviembre de 2011

jueves, 17 de noviembre de 2011

"Decíamos ayer..."


Al parecer ya me está permitido hacer valoraciones –siempre chorras, eso sí- sobre la universidad. Digo al parecer porque como soy novata tengo miedo de exceder algún límite y  que caiga sobre mí alguna reprimenda, aquí  no se andan con miramientos. Lo mismo les da ponerte en mitad de la plaza mayor con la ropa interior por fuera, como si fueras superman, que te hacen cuidar de un huevo durante quince días. Como estoy compartiendo piso y no en una residencia me he librado de padecerlas pero no de verlas y, creedme, no son ni divertidas. Como en esta vida más vale prevenir que curar yo me voy a andar con cuidado no sea que a algún listillo se le ilumine la bombilla y se acuerde de nosotros, los otros novatos. Y nosotros ya tenemos suficiente con aguantar las “cosillas” de los compañeros de piso como para andar haciendo el gilipollas. 
Pero bueno, al grano, los hechos que me ponen en disposición de hacer valoraciones son:
  • haber asistido a todas las clases durante más de un mes,
  • haber perdido y recuperado la carpeta de clase con todos los apuntes de ese mismo mes de clase (Emilio, querido conserje, nunca te estaré lo suficientemente agradecida),
  • haber padecido alguna enfermedad estando lejos de los mimos maternos (¿Verán mis ojos el año en el que no coja un resfriado?),
  • haber hecho al menos un examen,
  • haber esperado pacientemente numerosas filas en secretaría,
  • haber pisado al menos una vez la cafetería de la facultad,  
  • haber expuesto un trabajo grupal delante de mis compañeros con power point incluido y
  • haber creado un grupo de estudio para comprobar si es verdad eso de que cuatro ojos ven más que dos.  
Me viene a la cabeza eso de que "lo bueno, si breve, dos veces bueno" así que os voy a dejar con este aperitivo de mi aventura universitaria para que vengáis a por las primeras valoraciones y demás historias en breve

miércoles, 16 de noviembre de 2011

viernes, 23 de septiembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

Sin existencialismos ni gilipolleces


Voy dejando pasar los días mientras espero los resultados de los exámenes, esperando desesperadamente a que alguien cuelgue las respuestas. Y, a la vez, preparándome para lo mejor, luchando por no volverme loca con los horarios de las futuras clases a las que asistiré. ¿Cómo es posible que nadie me haya avisado de lo difícil que es comprender los horarios de la universidad y cuadrar las asignaturas que eliges para que no coincidan unas con otras? 

Entre búsqueda incesante de exámenes y plantillas incomprensibles de horarios, ayer me fui al cine a ver una película de la que no sabía nada excepto que trabajaban Brad Pitt y Sean Penn, El árbol de la vida. Aburrió soberanamente a mi acompañante y, al parecer, a varios espectadores de la sala que se salieron durante la proyección. Digo al parecer porque yo estaba tan metida en la película que ni me enteré. Es larga y extraña, muy extraña. Salí del cine con una sensación parecida a la que me provocó una película que me gustó mucho: El nuevo mundo. Ambas son del mismo director, Terrence Malick. No sé cómo explicarlo sin quedar muy pedante, así que les dejo lo de las sensaciones a los críticos de cine y  yo me centro en lo que más me gustó. Las maravillosas imágenes del mundo, del universo, ¡Y hasta de dinosaurios! que recuerdan a un documental de esos que le dejan a uno boquiabierto, por un lado, y con una sensación de vértigo, por otro. Me entusiasmó también cómo transmite las vivencias y las emociones -¡Bendito diccionario de sinónimos!- de la infancia. 

Después del cine y para celebrar el fin de exámenes, con muchas ganas de hacer un poco de vida social después de dos meses de reclusión prácticamente absoluta, nos fuimos a tomar unos mojitos a la terraza de un bar desde el que vimos los fuegos artificiales de Villaviciosa de Odón. Sin planearlo, que es como mejor salen las cosas, acabamos con otros amigos en un karaoke en el que, por supuesto, no canté y, sin saber cómo, hoy estoy afónica. Aunque quizá tenga algo que ver eso de haber llegado a casa a las seis de la mañana y haber dormido tres horas.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Primer día PAU septiembre 2011


 
-Me he despertado a las 4, 5:23 y 6:36 am. Las tres veces con un susto tremendo porque pensaba que me había dormido y que llegaba tarde.

-Me ha llevado mi madre en coche al primer examen y hemos visto un pobre zorrito atropellado. Me he puesto a llorar. He entrado en pánico. Le he dicho que era una señal (¿¿¡¡YO HABLANDO DE SEÑALES!!??) y ha tenido que parar el coche porque pensaba que iba a vomitar. Al final no he vomitado, hoy...

-Antes de que repartieran el primer examen la chica que estaba sentada a mi lado y yo hemos cruzado miradas. Era una jovencita con cara dulce que me ha sonreído y me ha dicho "suerte" a lo que yo he estado a punto de tirarme al suelo y decirle "socorro, tengo pánico, ¿qué crees que va a caer? esto es el fin...". Pero me he controlado, he respirado hondo y le he dicho "gracias, igualmente".

-A la salida del primer examen me he estampado (LITERALMENTE) con una puerta de cristal que no se abría, se abría su hermana gemela que estaba un poco más allá y  todo esto ha ocurrido bajo la atenta mirada de unos 100 adolescentes. Lo curioso es que aquí no he perdido mi amor propio.

-Lo he perdido cuando a la salida del segundo examen he ido a beber agua, delante de otros 100 adolescentes (rezo porque no fueran los mismos de antes), no he calculado bien la distancia entre mi boca y la botella y me he tirado por encima medio litro de agua. Hoy he agradecido el sol de justicia que hacía por primera vez desde mayo.

Y, por hoy, esto ha sido todo, menos mal. A dormir. Queda latín, historia del arte y griego.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Algunos le llaman PAU

Otros Selectividad. Pero debería llamarse "Pague 81'68€ para que le enseñemos a vomitar y a llorar a la vez". 
 A 15 horas del primer examen me pregunto cuántas personas estarán estudiando en este momento y la respuesta no sé si me reconforta o me agobia aún más. Maldita Amélie Poulain que nos hizo pensar en lo que hacen los demás...
 ¡SOCORRO Y AUXILIO! Para no dejar cabos sueltos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Miccionando a lo Tom Hanks


No tomo prácticamente medicamentos, única y exclusivamente cuando es imprescindible, o cuando una situación requiere medidas efectivas a corto plazo. Sí, me encuentro en una de ellas. El martes por la noche empecé a notar síntomas extraños y, hoy por la mañana, he ido al médico. Tras una hora de espera en la consulta, y muchas ganas contenidas de ahogar con mis propias manos al señor que tenía sentado a mi lado, porque respiraba como si fuera un buey, la doctora me ha recetado un antibiótico y me ha dicho que tengo una infección de orina. Nunca había tenido una antes. Mi único conocimiento sobre ellas se basaba en el recuerdo de las expresiones y gritos de dolor de Tom Hanks en La Milla Verde. Que, por cierto, dicho sea de paso, o soy un machote comparado con él o las infecciones de orina masculinas son bastante peores que las femeninas. El caso es que, dándole vueltas a esta idea de cosas que nunca antes me habían pasado -porque esta semana, como ya sabéis, también me ha pasado algo nuevo, ¡por fin he aprobado el maldito curso!-, he llegado a la conclusión de que tampoco me he roto nunca ningún hueso, ni me ha tocado nunca la lotería. Así que, como buena temeraria que soy, he decidido que si alguien me garantiza que me van a tocar muchos millones (de euros, se entiende), la semana que viene me rompo el estribo sin pedir nada más a cambio. Porque soy temeraria sí, pero no idiota, o acaso pensabais que iba a cambiar mi precioso fémur por unos milloncitos de nada: JÁ.

Mi emocionante tarde ha consistido en más de ocho horas con mis preciosos apuntes, haciendo un repaso de la literatura española de los tres últimos siglos y memorizando las cuatro valoraciones críticas de las obras que he leído este curso. Levantándome a hacer pis cada diez minutos y mareando a mi madre con los posibles efectos secundarios del tratamiento. -Mi madre me tiene prohibido leer los prospectos de los medicamentos porque cuando lo hago, como buena hipocondríaca patológica, me paso el día diciendo cosas como: “Mira, mira, ¿esto de aquí es un sarpullido?” o “Mira, mira el corazón se me va a salir, esto no es normal” o, como hace un rato, “Mamá, ¿por qué pone aquí que puede comprometer mi vida?” Vamos, hombre, no me jodas, es que eso debería estar prohibido ponerlo.- Menos mal que Paco Ibáñez siempre está ahí para cantarme poemas de Alberti, Neruda, Blas de otero o Brassens.

martes, 6 de septiembre de 2011

Conseguido

La imagen de la que habla Steve Jobs en su discurso del año 2005 de la universidad de Stanford

Un paso más cerca de la universidad. Con el título de bachillerato en una mano, previo pago de 49'98€, y la matrícula para selectividad en la otra, previo pago de 81'68€, ahora toca el apretón final para llegar al próximo lunes y miércoles al cien por cien. 

Por cierto, to whom it may concern, al final parece ser que entendí algo. Me preguntaron por el dualismo gnoseológico de Platón, el Método de Descartes, el problema del conocimiento en Kant, el Eterno Retorno y el Superhombre de Nieztsche y he sacado un 7. Eso sí, en historia confundí el epígrafe de La integración de las canarias y la aproximación a Portugal con el de Gobierno y administración en el imperio colonial. Lo que me salvó y me llevó al 6 fueron los tres folios que rellené con el Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización. El Regeneracionismo. Crisis y quiebra de la Restauración y la Guerra de Marruecos.

Gracias a todos por los ánimos y las neuronas virtuales.

martes, 23 de agosto de 2011

Rock climbers in the seventies

Lynn Hill and John Long

"I have been all over the world and have had the fortune of doing things with many special people, some famous, some anonymous. But the biggest little hero I’ve ever known is Lynn Hill. The rest of us are just holding her rope."
John Long, 2002

sábado, 20 de agosto de 2011

Entra fuego por la ventana

Serenidad, seamos siempre buenos
amigos. Caminemos reposada-
mente. La frente siempre sosegada
y siempre sosegada el alma. Menos
            
mal que bebí de tus venenos,
inquietud, y no me supiste a nada.
El aire se
serena, remansada
música suena de acordes serenos.
            
No moverán la hoja sostenida
con mis dedos, a contra firmamento
en medio del camino de mi vida.
            
Vísteme de hermosura el pensamiento,
 
serenidad, perennemente unida
al árbol de mi vida a contra viento. 
Blas de Otero

miércoles, 17 de agosto de 2011

Pienso, luego apruebo (y no lo dudo)

Una vez más comienza la cuenta atrás, quedan catorce días para el examen de Historia de la Filosofía, quince para el de Historia de España, dieciocho para la entrega de notas y, si todo sale bien, veinticinco para la selectividad. 

Me he pasado todo el mes de julio y lo que va de agosto en una academia preparando las seis asignaturas. Aún me quedan un par de semanas más de clases antes de los exámenes y como desde hace ya varios días me notaba demasiado cansada, tanto que no era capaz ni de concentrarme media hora seguida, sí, lo confieso, he decidido recurrir a los aminoácidos. Fosfoserina Complex de Soria Natural va a ser mi aliado durante los próximos veinticinco días. No es ningún secreto que la maldita sustancia, Al-Ándalus, el individuo, los núcleos de resistencia, la materia, la forma, los Reyes Católicos, Yo, Mundo, Dios -¿o es dios?-, la Guerra de la Independencia, el alma, la fe, la razón, el Sexenio Democrático, el movimiento, la evidencia, la Guerra Civil, la duda, la relación de ideas, la Constitución de 1978, las cuestiones de hecho, la metafísica, la ética, la política, la integración de España en Europa, el sujeto, el objeto, la moral y el superhombre pueden conmigo, lo hacían hace años, lo siguen haciendo y… Bueno, vale, quién sabe si lo seguirán haciendo. Cualquiera se aventura a hablar ahora mismo del futuro. -Sí, vamos por los empiristas.- 

El problema es que antes de mi amiga la Fosfoserina empezaba a escuchar conceptos de esos y me dormía con los ojos abiertos. En lo que a Historia de España se refiere mi amiga se está portando: he conseguido atender durante clases enteras e, incluso, leer dos páginas seguidas sin distraerme con otras cosas. Pero el efecto que me produce durante las clases de Historia de la Filosofía es mucho peor, o al menos mucho más peligroso, que la narcolepsia anterior. No sabría ni cómo describirlo. Aunque, una vez más, gracias a Woody Allen, no va a ser necesario que me intente explicar. Muchos de sus personajes  representan perfectamente lo que me ocurre. Me veo rodeada de gente que parece no ver lo que yo veo y lo único que me dan ganas de hacer es levantar los brazos, salir corriendo y empezar a gritar conclusiones fatalistas. Necesito aprobar estos dos exámenes como sea. Así que, señores profesores, desde este humilde blog les pido que reflexionen. ¿No se dan cuenta de que es mucho mejor que me aprueben y me dejen pasar a otra cosa? Tenerme dándole vueltas a la cabeza y malinterpretando un porrón de siglos de filosofía no puede traer nada bueno para nadie.

Boris Yellnikoff: I'm dying! I-I'm dying!
Jessica: Should I call an ambulance?
Boris Yellnikoff: No, not now! No, not tonight, I mean eventually!
Memorable quote from Whatever works - a film written & directed by Woody Allen


martes, 16 de agosto de 2011

lunes, 1 de agosto de 2011

El eterno retorno


Que para mí el año comienza en septiembre no es ninguna novedad. Comienza con las clases, con los cuadernos a estrenar y la agenda, sobre todo la agenda. Todos los años tengo el mismo dilema. ¿Agenda de día por página o de tres días por página? ¿Dependerá de esta decisión el transcurso del año? En cualquier caso no es una decisión que me lleve mucho tiempo, dos o tres horas como máximo, bajo la atenta mirada de los dependientes de una papelería cualquiera, que suele ser la de El Corte Inglés -de los cojones-. Este año me he negado a comprarla allí porque tengo grandes esperanzas depositadas en este futuro inmediato que, dicho sea de paso, me quita el sueño. Así que elegí una papelería de barrio, normalita, pero preciosa, con cantidad de bolígrafos, gomas de borrar nuevecitas y lapices, lapices de todos los tipos. Dejándome llevar por el entusiasmo compré la de 7'80€. El año pasado me compré la otra y me quedé corta, esperemos que éste no sea al revés y me sobre espacio. 

Aviso para los que vayáis a pasar el mes de agosto en la capital:
  • Bebed frecuentemente agua o líquidos sin esperar a tener sed, salvo si hay contraindicación médica. Evitad las bebidas alcohólicas, las muy azucaradas, el café y el té.
  • Haced comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos...).
  • En el exterior protegeros del sol: buscad la sombra, cubriros la cabeza, usad ropa ligera y de color claro y un calzado fresco, cómodo y que transpire.
    Cuidad vuestra piel con protectores solares adecuados y utilizad gafas con filtros ultravioleta.
  • Reducid las actividades físicas intensas al aire libre y durante las horas más calurosas.
  • En casa, bajad las persianas cuando el sol incida directamente sobre las ventanas y no las abráis cuando la temperatura exterior sea alta.
    Refrescad el ambiente con ventiladores y sistemas de refrigeración, siempre con un uso racional de los mismos.
  • Y, lo más importante, ¡CUIDADO CON EL PAPA!

sábado, 23 de julio de 2011

Madrid de cine

Atardecer en Chiclana

"Hay recuerdos no localizados, no fechados, sin espacio ni tiempo. Son los mejores, quizá. Pero otros se adhieren a un lugar o un número o nombre fuertemente. Yo no soy fetichista de sitios ni días, pero hoy, Katherine, al irme de aquí, no es sólo tu recuerdo total, vasto, ilimitado, el que me domina, sino tu recuerdo de aquí, hecho fecha y lugares y gestos."
Fragmento de una carta de Pedro Salinas a Katherine Whitmore desde Santander, el 10 de setiembre [de 1933]

Después de un merecido descanso en Chiclana, y para no hacer la vuelta a los calores de Madrid tan traumática, ayer me reservé el día para mí. Por la mañana hice algunas tareas pendientes y a eso de las tres comí un riquísimo gazpacho con un poco de pavo -¿Qué más se puede comer en verano?- y, de postre, sandía fresquita. Por la tarde tocaba sesión de cine ¡por fin! No recuerdo cuál fue la última que fui a ver y eso no me gusta nada. Cogí la mochila y me encaminé hacia la parada del bus. No había nadie, mala señal, pensé, no pasa nada, como mucho quedarán diez minutos para que pase el próximo autobús. No se me pasó por la cabeza que este año la compañía de autobuses que presta servicio en este santo municipio hubiera ampliado el horario de agosto, convirtiéndolo en horario de verano. Diez, quince, veinte, treinta, cuarenta minutos tardó en llegar. Salí de casa recién duchada, pero después de cuarenta minutos a pleno sol parecía que me había venido desde Chiclana hasta Madrid corriendo. No pasa nada, volví a pensar, nada ni nadie me va a fastidiar mi actitud positiva. Ya no llegaba a la primera sesión hiciera lo que hiciera, así que me fui andando desde Moncloa hasta Plaza de España, donde compré la entrada para ver la última de Woody Allen, glorioso placer esta cita anual con él. Me gusta ir al cine, me gusta ir sola y me encanta recordar la escena de Peretti en No sos vos, soy yo cada vez que compro la entrada.

Plaza de Oriente
Aún me quedaba una hora y media por delante. ¿Qué podía hacer? Porque sí, me gusta ir al cine sola. Pero pasear sola, leer sola o tomar algo sola, es otra cosa. La última opción estaba totalmente descartada. No sólo porque acababa de comer, sino porque no me siento capaz aún. Y digo aún porque algún día tendré que hacerlo, digo yo. Al final me decidí por una mezcla de las dos primeras, un paseo desde la Plaza de los Cubos, por detrás de Plaza de España, hasta los jardines de la Plaza de Oriente, donde me refugié en un banco a la sombra, con mi botella de agua y me puse a leer el libro de las cartas arriba mencionadas. Desde que me puse a andar hasta que volví al cine, sobre las seis, me pareció estar en otra ciudad, una mucho más bonita, más limpia y más vacía, sólo hubiera estado más bonita aún con las hojas por el suelo crujiendo como pan recién tostado y con la luz de un atardecer cualquiera de otoño. A la salida del cine fui dando otra vuelta hasta Moncloa, esta vez por el Templo de Debod, Rosales y el Paseo de Moret. Con escenas de la película en la cabeza. Dándome cuenta, una vez más, de que todo lo que me pasa le pasa a los demás, nada de lo que siento o pienso es sentido o pensado por primera vez. Lo cual es un consuelo, me hace sentir menos sola. ¿O será esto como el Show de Truman? Como se nota que saben ustedes que me da miedo nadar por donde no hago pie y así nunca llegaré al cielo de cartón piedra. ¿Qué otra época fue mejor para ti? ¿A qué pensabas que iba a preguntar el por qué de querer lo que no tenemos?

lunes, 11 de julio de 2011

La maldita filosofía


Nunca falla. Sujetas la bolsita sobre la taza, la observas durante unos segundos y cuando parece que ya no gotea, la llevas hacia un lugar cualquiera -en este caso hacia la taza de la infusión que me tomé la noche anterior, taza que debería estar en el lavavajillas, lo sé. Pero se quedó en la mesa para hacer compañía a la taza de anteayer... Sí, también lo sé, desastroso, pero esto de trabajar los fines de semana me ha “agudizado” el ingenio y ha provocado que me tome al pie de la letra lo de economizar esfuerzos.- Where was I? Ah, ya. Pues justo en ese segundo va y, ZAS, la endiablada bolsita de té gotea sobre el libro que estaba entre ambas tazas. Al principio pensaba que era como lo de la tostada, lo de la ley del Murphy ese. Pero me he dado cuenta de que no, para nada. Lo de la tostada no depende de uno mismo. Sin embargo todo esto se podría haber evitado si me hubiera tenido que esperar a que se hiciera la infusión en la cocina, para dejar la bolsita en la basura, porque en mi habitación no tendría dónde tirarla. Pero como sabía que tenía dos tazas... ¿Diez líneas para esto? -¿Cuántos habéis parado para contarlas? ¿Alguno las iba contando a la vez que leía? ¡Qué coño! Si no lee nadie-.

Pues eso, Nadie, que menos mal que ayer fue mi último día de compaginar el trabajo en la librería los fines de semana con la academia, porque como ves empezaba a correr un grave peligro de acabar rodeada de basura y cacharros, por no hablar de mi seguridad. Ayer, al entrar a trabajar, casi me caigo rodando escaleras abajo, fue de lo más cómico, desde fuera, eso sí, porque desde dentro tuve esa sensación de “voy a morir, esto es el fin”. Milagrosamente mis brazos estaban más despiertos que mis piernas y se lanzaron al pasamanos para salvarnos. Hoy lo único que me ha mantenido despierta en el bus de camino a casa ha sido El sendero en el bosque. Si no llega a ser por Tiburius me voy hasta el infinito y más allá. Y luego a ver quién es el listo que vuelve. Que conste que no me quejo de la falta de tiempo, ni de los madrugones, ni de los clientes -JÁ-. Al revés, ya sabes que la rutina tiene algo que me motiva, durante cortos periodos de tiempo, eso sí. Nada de treinta y cinco años seguidos, hombre, por favor.

Esta última visita a la librería me ha proporcionado algunos momentos gloriosos, de esos difíciles de contar y aún más difíciles de escribir. Pero como Nadie es nadie no pasa nada si no le hace gracia. No contaré nada sobre mi obsesión con cambiarle la nacionalidad a Saramago. Ni hablaré del día que recogí un montón de libros de encima de una mesa, los puse cada uno en su sitio, incluidos los de otras plantas. Y cuando volví a mi zona me preguntó un cliente: “¿Has visto unos libros que había ahí? Es que los he dejado hace unos minutos y, entre los que iba a comprar, había uno que acababa de comprarme en el Vips”. Nunca he tardado menos en bajar una planta, coger un libro y volver a subir. He encontrado dignos rivales a los clientes de la zona de esoterismo, los de la novela romántica, ¡madre mía! Sin palabras. Ah, y nunca he dicho tantas veces en mi vida una frase. R. R. Martin ha conseguido desbancar a los entrañables y monótonos "En la primera planta" y "En la quinta planta" juntos. Vaaale, lo digo una última vez “Agotado, sólo tenemos el primero y el último, el segundo nos llegará a partir del día 19 y del tercero no sabemos nada”.

viernes, 1 de julio de 2011

Primeras de primer


Lo que es y será: Caliza. Frota-Frota, Preescolar y Parvulitos. 

Lo que fue: El olor a galleta de la fábrica de Gullón. El ruido de la cuerda al caer. Las cerezas. La ducha en un columpio en mitad del pueblo. Las canciones de Led Zeppelin al atardecer. Las agujetas en los brazos. Los prados y las vacas. Las infusiones calentitas. Las hogazas de pan. La ropa interior secándose en la ventanilla. Los pañuelos de dibujos.

lunes, 27 de junio de 2011

Vacaciones

Pedriza

El Escorial

Madrid

Valle de Hecho

martes, 31 de mayo de 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

domingo, 29 de mayo de 2011

El Sol sale cada vez con más fuerza

Asamblea del pueblo de Madrid, 29 de mayo de 2011




Manifiesto desde París leído en Sol durante la asamblea

Tras la crisis financiera en 2008 nuestros gobernantes han decidido poner de rodillas al pueblo en lugar de hacer pagar a los bancos. Las democracias europeas han sido secuestradas por los mercados financieros internacionales. La ciudadanía está ahogada por los planes de austeridad que se multiplican por toda Europa. El paro se ha disparado provocando la precariedad y la miseria de millones de personas. La crisis afecta a todo el mundo. En Francia aunque los beneficios del CAC40 se han duplicado, el paro de los jóvenes es del 25%. En España, alcanza el 40% entre personas de menos de 35 años.
Debido a esta situación, el pueblo español se ha levantado. Después del 15 de mayo decenas de miles de españoles ocupan las plazas día y noche. El movimiento Democracia Real Ya se organiza alrededor de dos ejes: regeneración democrática del sistema político y defensa de una política social. Se trata de una verdadera movilización ciudadana, totalmente independiente y autogestionada.
Después de las movilizaciones organizadas por los españoles residentes en Francia, el pueblo francés se identifica con el pueblo español. Hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía a involucrarse en esta dinámica de cambio. La revuelta de los países árabes ha cruzado el mediterráneo. El despertar del pueblo español envía un mensaje claro a todos los europeos, debemos aprovechar esta oportunidad.
De cara a esta oligarquía política, reivindicamos la formación de una asamblea constituyente para recordar a nuestros gobernantes que el único soberano es el pueblo.
Exigimos un nuevo reparto de la riqueza. Llamamos a toda Francia a la creación de asambleas y a la ocupación pacífica de las plazas públicas. Es nuestro deber recuperar el espacio público  y decidir juntos las reivindicaciones y los medios de acción culturales, artísticos, políticos y ciudadanos.
La única solución a la explotación es la resistencia a la explotación.
Votado en unanimidad en Asamblea General de París.
Plaza de la Bastilla. Domingo 22 de mayo de 2011.
Asamblea General todas las tardes a las 19 h en la Plaza de la Bastilla.
Gran Asamblea Popular en solidaridad con la revuelta española. Domingo 29 de Mayo a las 14.00 h.

viernes, 27 de mayo de 2011

MADRID con BARCELONA






jueves, 26 de mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

No nos vamos!

domingo, 22 de mayo de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Mayo'11


viernes, 25 de marzo de 2011

Debajo de la manta


Con la llegada de la primavera han llegado las notas de los exámenes y la vuelta a clase. En las notas no he salido muy mal parada y como quiero empezar la tercera evaluación con buen pie, o letra o como se diga, me he dado un respiro. Por eso aún no quiero pensar en abril. De momento tengo suficiente con marzo. Así que en lugar de ponerme a estudiar y a pasar apuntes sin sentido, en esta tarde de viernes me he refugiado debajo de mi manta verde y me he pasado unas horas inmersa en una nueva lectura. El libro de Lynn Hill me dejó muy buen sabor de boca y me apetecía enlazarlo con otro escrito por una mujer, en este caso le ha tocado a Pati Blasco, y el libro ha sido Andando la vida, premio Desnivel en el 2006. 

El Sol estaba perezoso, como yo, ¿o yo como él?, y se ha debido quedar en el sofá haciendo sus cosas -¿qué le gustará hacer al Sol?- porque no se le ha visto en todo el día. Así que he tenido que encender una pequeña lámpara que tengo enganchada en la estantería para poder leer. Julia, la protagonista del libro, ha sido muy generosa y me ha llevado junto a ella todo el viaje. El foco de mi lamparita me acompañaba haciendo de sol y me transportaba al calor de Islamabad. Después, debajo de mi manta, me imaginaba dentro del saco de dormir junto a una de sus tiendas en el frío del campo base del K2 y por último el ruido de la aspiradora de mi vecino simulaba los motores del avión al aterrizar en Barajas. 

Y yo que pensaba que hoy no iba a salir de casa. ¡Qué estupendo es poder viajar gratis a través de las palabras de otros!

martes, 15 de marzo de 2011

Robert Redford me hace ping


Levantarse de la cama sabiendo que en unas horas estarás haciendo el último examen es una sensación agridulce. Los nervios, el último repaso y el camino a clase son agrios. Dulce es la sensación del descanso que se acerca. Pero vuelve a ser agria porque el descanso va a ser más bien corto: la tercera evaluación está a la vuelta de la esquina. Para quedarme con mejor sabor de boca, vuelvo a lo dulce porque el examen me ha salido bastante bien. Veremos a ver qué pasa el próximo martes, el día que me entreguen las notas

Ayer por la noche no pude evitar ver la peli de la sexta, La última fortaleza. Siento debilidad por las películas que suceden en las cárceles. Hay algunas excelentes, como Cadena Perpetua, Pena de Muerte o La Milla Verde. ¿A qué venía esto? Ah sí, pues que al final mi plan de irme a dormir pronto no se llevó a cabo y cuando ha sonado el despertador me ha costado un poco más levantarme. Después he hecho todo lo habitual,  las pequeñas cosas que todos tenemos coreografiadas y que no merecen ninguna mención especial. Pero cuando he llegado a la última de ellas, la que hago justo antes de empezar el día de verdad, TRAGEDIA. Ha ocurrido lo peor de lo peor. He abierto el navegador de mi portátil y ha salido una de esas ventanitas que nunca traen buenas noticias, y ésta era de las peores, de las que no entiende ni Dios, me decía literalmente: "El diagnóstico de red hizo ping al host remoto pero no recibió respuesta". 

¿Qué hacer? Sospecho que no soy el único ser humano que suelta una risilla al leer lo de hacer ping y mucho menos el único en preguntarse ¿Quién ha programado lo que sea que hay que programar para que el ordenador me diga eso? ¿No sería mucho más fácil haber puesto "No funciona la conexión a Internet"? Porque sí, básicamente es lo que significa, lo he averiguado después de estar treinta minutos al teléfono con un operador y la maravillosa música de espera de mi querida compañía de teléfono e Internet. Me inquieta profundamente saber si lo hacen aposta para sacarnos de quicio y volvernos locos o qué. El resto del proceso os lo podéis imaginar. 

No me voy a quejar más hoy, sólo hoy, porque en lugar de pasarme las horas previas al examen perdiendo el tiempo con el correo, el FB y cotilleando blogs, me he pasado la mañana repasando. Así que sí, he bordado el examen. Tengo la sensación de que esto ya me ha pasado y que siempre me pasa antes de un examen. ¿Hay alguien detrás de estas casualidades? ¿Quién puede tener más interés que yo misma en que apruebe? ¿Lo habré programado yo? ¡Qué horror! Basta ya de pensar, que no estoy de exámenes y tengo que descansar el cerebro. A ver si me va a hacer ping y la liamos.

jueves, 10 de marzo de 2011

Más Sabina

sábado, 5 de marzo de 2011

Snowed Under


jueves, 3 de marzo de 2011

A través del espejo y lo que encontré allí


En un abrir y cerrar de ojos nos hemos plantado en marzo y eso significa que estoy otra vez en época de exámenes (gloriosa combinación de palabras, sólo de oírla se me ponen los pelos de punta) y que, por delante, me espera un fin de semana intenso. Me lo voy a pasar en casa estudiando en una habitación con una mesa y pocos chismes más para no desconcentrarme y llegar a los exámenes con la mayor cantidad de conocimientos ordenados posibles. Y para esto, para que los conocimientos no se mezclen con todo lo demás, lo demás debe quedar relegado a un segundo plano. Me toca, por lo tanto, trasladar temporalmente las lecturas de la mesilla a la estantería para que no sean una tentación.  Voy a dejar a medias el libro de Lynn Hill del que, por cierto, estaba disfrutando muchísimo. Ah, y el marcapáginas es la buena noticia de la semana, un próximo lanzamiento muy esperado. También voy a aparcar momentaneamente una nueva adquisición que aún sólo he abierto para oler, el subtítulo reza "Razones para subir montañas", no sé de que tratará pero yo no las busco ni en él ni en ningún otro libro, ni en nada. No necesito razones para hacer lo que más feliz me hace, lo prometo. Por eso lo que más me va a costar va a ser dejar los gatos, el arnés y todo el material nuevo y brillante en el armario. Me consta que lo pasa fatal porque no está diseñado para estar encerrado, necesita tener frío, cegarse con el sol, refugiarse del viento, estar en contacto con piedras, nieve y hielo. Yo soy como mi material o mi material es como yo, como se prefiera, pero escojas lo que escojas, este fin de semana nos vamos a quedar en casa él y yo. Yo voy a cambiar mi material por los libros, los apuntes y los diccionarios y él me va cambiar a mí por un espacio en mi armario. Un armario que tiene una puerta con un espejo. Un espejo que está enfrente de la mesa en la que estudio. Un espejo en el que me miro y no me veo. Sólo me veo a mí con él.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Un miércoles

lunes, 21 de febrero de 2011

Yo NO he sido

A/A de todos los lectores de este blog, a Javier Marías y a la gente con déficit de atención en general;

Me veo en la obligación de escribir esta entrada para que en el futuro no haya más confusión sobre mi participación en el desafortunado incidente ocurrido en la noche del pasado sábado en Riga. Que sirva este documento para desmentir mi implicación directa o indirecta en éste y en cualquier otro incidente de características similares que pudiera llegar a darse en el futuro. 
El texto publicado en este blog el pasado sábado 12 de febrero no tiene ninguna relación con este terrible suceso y no es prueba suficiente como para acusarme, ya que se trata de una mera casualidad.
Este blog condena públicamente lo sucedido, lo lamenta profundamente y ruega a Dios todopoderoso para que no vuelva a suceder.

Aprovecho también para tranquilizar a mis lectores. Queridos amigos: sólo me han citado en los tribunales de Riga para tomarme declaración y estaré de vuelta con vosotros en menos de veinticuatro horas.

Y para que conste y sirva de notificación, y su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID, expido el presente, a 21 de febrero de 2011. —Rubricado ilegible.

domingo, 20 de febrero de 2011

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